Etiquetas

jueves, 6 de marzo de 2014

¡PROVOCA TU MILAGRO!

Bendiciones amado y amada en el Señor, a ti que estas allí esperando una respuesta del Padre o un milagro para tu vida, a ti dirijo estas palabras, no sé cuanto has pasado ni cuánto tiempo has esperado para recibir un milagro de parte del Eterno, pero ¿Que dirías si hoy te reto a que provoques que  ese milagro suceda? ¿Qué pensarías si te digo que no tienes que esperar el tiempo de Dios para que suceda, que puede acontecer hoy mismo si tu lo provocas? Quizás que estoy loco, pensaras, pero antes de pensar cualquier cosa permíteme demostrarte por la Escritura que es posible que tu provoques tu milagro hoy mismo.

Veamos lo que dice la Escritura en Marcos 5; 25-34 “Y una mujer que llevaba doce años con flujo de sangre. Y que había sufrido mucho de parte de muchos médicos, y gastado cuanto tenia sin sacar ningún provecho, mas bien, empeoraba. Al oír acerca de Jesús, llego por detrás entre la multitud y toco su manto. Porque decía; Si tan solo toco sus vestidos, sanare. Y al instante la fuente de su sangre se seco, y sintió en su cuerpo que había sido sanada de aquel azote. Al momento Jesús sintió en su interior el poder que había salido de Él, y volviéndose a la multitud, preguntaba: ¿Quién ha tocado mis vestidos?. Y sus discípulos le decían: Ves que la multitud te apretuja y preguntas: ¿Quién me ha tocado?. Y miraba alrededor para ver a la que había hecho esto. Entonces la mujer temiendo y temblando (reconociendo lo que le había sucedido), vino y se postro ante El, y le dijo toda la verdad. Entonces El le dijo; Hija, tu fe te ha salvado, vete en paz y queda sana de tu azote.” BTX

Este el primer caso en el cual una persona provoca su milagro, nótese que Jesús ni si quiera sabia que en medio de tan grande multitud había una mujer que padecía de esta enfermedad que no es como ciclo menstrual normal de una mujer, era un flujo constante que no se detenía, pero la mujer provoco su sanidad y es que al escuchar de la fama de este maestro Jesús ella supo que sanaba, luego escucho que estaba pasando por donde ella vivía pero la circunstancia no le permitiría llegar a Él para pedirle que la sanara pues era inmunda y no se podía acercar a nadie mucho menos tocar a alguien pues si lo hacía, contaminaba a esa persona y podría ser apedreada por eso, pero a ella no le importo esto, ella tenía que ser sana y decidió provocar su milagro así que se dijo a sí misma, si solo le toco la orilla de su vestido yo sanare, entonces se metió a empujones entre la multitud estiro su brazo lo mas que pudo hasta tocar el borde del manto del Señor y provoco su milagro, Jesús no tenía en mente sanarla y quizás el Padre tampoco tiene en mente darte tu milagro ahora mismo, pero ¿Qué vas a hacer tu, te quedaras allí sentado esperando que no allá nadie alrededor para entonces ir delante del Señor, que te mire y te de tu milagro? Yo creo que no, yo creo que deberías tomar el ejemplo de esta mujer y provocar tu milagro, extrae el poder del interior del Señor como lo hizo esta mujer y recibe hoy ese favor que tanto has esperado.

Veamos otro pasaje, Juan 2; 1-10 “Al tercer día hubo una boda en Cana de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Y también había sido invitado a la boda Jesús con sus discípulos. Y faltando vino, la madre de Jesús le dice; No tienen vino. Jesús le dice; Mujer ¿y a ti y a mí qué? Aun no ha llegado mi hora. Su madre dice a los que servían: Haced lo que os diga. Y había allí seis tinajas pétreas asentadas conforme a la purificación de los Judíos, cada una con capacidad de dos o tres metretas. Jesús les dice; Llenad las tinajas con agua. Y la llenaron hasta el borde. También les dice; Sacad ahora y llevad al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probo el agua hecha vino (porque no sabía de dónde provenía, aunque lo sabían los servidores que habían sacado el agua), el maestresala llama al esposo. Y le dice. Todo hombre sirve primeros el buen vino, y cuando están embriagados. el peor; pero tú has guardado el buen vino hasta ahora.” BTX
En este pasaje vemos el segundo caso en el cual una mujer provoca un milagro del Señor, revisemos, al ver Miriam la madre de Jesús que se acabo el vino en la fiesta, le informa esto a su hijo y el, al escuchar esto le dice ¿y a ti y a mí qué? En resumen, ¿Qué tenemos que ver nosotros con esto? Además agrega, aun no ha llegado mi hora, le quiso decir que no era el tiempo de Él, para manifestar quien era, pero su mama sabia quien era, ella sabía que él podía proveer el vino que hacía falta y decide provocar el milagro, le pide a los que servían en la fiesta que hicieran todo lo que su hijo les dijera entonces de forma milagrosa Jesús convierte el agua en vino, al punto que el organizador del banquete (maestresala) queda impresionado pues le parece que el esposo guardo el vino bueno para el final, si este es tu tiempo o no, yo no lo sé, lo que si se es que Miriam provoco que Jesús hiciera ese maravilloso milagro aunque no había llegado su hora.

Veamos este otro pasaje pues si no te has convencido, yo estoy seguro que este ultimo si te va a convencer. Mateo 15; 21-28 “Partiendo de allí, Jesús se fue a las regiones de Tiro y Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquellos confines, clamaba diciendo; ¡Ten compasión de mi, Señor, hijo de David! Mi hija esta horriblemente endemoniada. Pero El no le respondió palabra. Entonces, acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo; Despídela, que grita detrás de nosotros. El respondiendo, dijo; No fui enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel. Pero ella, acercándose, se postraba ante El, diciendo; ¡Señor, ayúdame! El respondió y dijo; No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perros. Pero ella dijo; Si, Señor, pero aun los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús le dijo; ¡Oh mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y su hija quedo sana desde aquella hora.” BTX

Definitivamente esto me parece a mi casi ilógico, pero real pues lo dice la Escritura, una mujer cananea (no Israelita) ajena al pacto, fuera de la palabra profética y que no pertenecía al pueblo al cual el Mesías fue enviado insiste tanto hasta que provoca su milagro, en el primer caso Jesús no sabía que había alguien en la multitud que quería recibir un milagro, en el segundo, no debía hacer el milagro pues no era su hora pero en este tercer caso El no quería hacer el milagro pues esta cananea era una mujer que adoraba dioses paganos, era gentil y no conocía a YHVH El Eterno, pero ella sabía por lo que había escuchado que Jesús tenia poder para sanar a su hijita, así que decide pedirle ayuda y la primera respuesta que recibe del Señor es la ignorancia, ni le hablo, los discípulos querían que la despidiera para que ya dejara de molestar con sus gritos y al postrarse la mujer frente a Él, lo que recibe es un insulto, la maltrato, pero a ella no le importo, su hija estaba mal y ella tenía que provocar que Jesús hiciera el milagro que su amada hija necesitaba, al oír que Jesús le dijo que no era correcto quitarle el pan a los hijos y dárselo a los perros, le respondió, sí, eso es verdad, pero también es verdad que los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos, si soy perra o no, no me importa, mi hija está enferma y yo te pido que tú la sanes.

Amado o amada que lees estas palabras, tú no eres perro ni perra, tu eres hijo e hija, tu perteneces al pacto tu eres heredero de la palabra profética dada a Abraham nuestro padre, si esa mujer que no merecía recibir nada, recibió su milagro al provocarlo, cuanto más tu, si lo provocas recibirás ahora mismo el milagro por el cual tanto has esperado, levántate, acciona y ¡provoca tu milagro!
                                                                                                                                                              Pastor y Maestro Lesme Díaz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario