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sábado, 8 de marzo de 2014

TE ESTOY PROCESANDO.

TE ESTOY PROCESANDO.


Un amigo –Cuenta Billy Graham- Caminaba por la calle triste y cabizbajo, este hombre lo tenia todo, esposa, hijos, un buen trabajo que le generaba excelentes ingresos, con lo cual proveía una buena vida a su familia. El hombre también contaba con varios amigos con los cuales salía a divertirse en reuniones sociales, eventos, fiestas y demás, en algunas ocasiones acompañado por su esposa y otras también por sus hijos.

Cada día al llegar del trabajo se reunían todos a la mesa para cenar y compartir el día que tuvieron, un día de camino a un restaurant para almorzar, se le acerca un extraño que tenía un ancho libro en su mano, este hombre le traía una muy buena noticia y era la salvación que solo en Yeshua el Mesías podía obtener, al ver el predicador que el hombre recibió la noticia con agrado decide invitarlo un domingo a una de las reuniones de su congregación y le pide que lleve a su familia, al siguiente Domingo el hombre asiste con toda su familia y todos reciben a Yeshua en sus corazones, ahora eran doblemente ricos, pues no solo vivían bien sino que también eran hijos legales del Padre Celestial.

Una noche uno de los amigos de este hombre lo invita a divertirse un rato a un casino, el hombre sin pesar en nada negativo que podría pasarle acepto, ya en el lugar, entre tragos y juego comenzó a ganar algo de dinero lo cual lo animo al punto en el que asistía a este tipo de lugares con frecuencia. Entre juego y juego eran más las veces que perdía que las que ganaba pero cada vez que ganaba se animaba a seguir probando suerte, lo cual no en todas las ocasiones daba resultado, le dedicaba tanto tiempo a estos lugares de juego que poco a poco comenzó a alejarse de su familia, al salir de allí, agotado mentalmente no se podía concentrar en su trabajo lo que causo que eventualmente lo despidieran, esto fue un duro golpe para la economía de su familia, sin embargo el hombre creyó que con el juego podía ganar dinero suficiente para acumular un capital y comenzar su propio negocio,, grave error, pues sucedió todo lo contrario, el hombre todo lo que le había quedado, causándole no solo un problema económico sino también un gran problema familiar al punto en el que su esposa decide divorciarse de él ya que podía aguantar más el vicio de su jugador esposo. Este hombre perdió todo y quedo en la calle, caminando un día por una acera va pensando en lo que le paso preguntándole a Dios porque si ahora era su hijo le tocaba vivir todo lo que estaba viviendo, unos pasos más adelante pasa por una construcción y ve a un hombre golpeando una piedra con un cincel y le pregunta.

-¿Qué haces con esa piedra?

-La estoy procesando para colocarla en ese muro. Le contesto el hombre.

Luego el levantando su mirada vio un enorme y hermoso mural, con piedras hermosamente trabajadas que además eran brillantes y formaban parte de una estructura que soportaba un aun más hermoso vitral, en ese momento aquel hombre escucho la voz del Padre Celestial que le dijo…Te estoy procesando aquí en la tierra porque quiero que formes parte de una hermosa obra de arte.

Amado, no quiero que pienses que para formar parte de la familia de Dios debes perderlo todo y mucho menos que al recibirlo en tu corazón El te va a quitar todo, te quiero decir que al iniciar tu camino con el Señor él va a iniciar un proceso en tu vida que te va a permitir llegar al lugar al cual el Padre quiere llevarte, desde hoy déjate procesar y entiende que así como el alfarero moldea la vasija de barro de igual manera el Padre te está dando forma y que eso te  lleva un proceso como el de la semilla, se echa en la tierra, la semilla brota y crece en un tallo, luego la espiga, luego grano lleno en la espiga y cuando el fruto lo permite enseguida se cosecha porque ha llegado su tiempo Marcos 4;26-29

Déjate procesar, recuerda que el que comenzó la buena obra en ti la perfeccionara hasta el día de Yeshua el Mesías nuestro Señor. Paz y abundantes bendiciones para ti.
                                                                                                                                                        Maestro Lesme Díaz.

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